Mensajes Claros a tod@s
Mensaje de un lector desde Facebook ahora en este periódico digital nuestro. Quiero que ustedes las autoridades del pais puedan leer 9 estas preguntas para que que las FEMINISTAS y los FEMINISTAS, les hagan al supuesto. Ministerio de la Mujer y al Ministerio Público, la supuesta justicia independiente y con relación al trabajo que han venido haciendo en favor de la Mujer Abusada, Maltratada y su Familia, sobre cuántos programa de trabajo, proyectos, 1-habitacionales, 2-casas de alojamientos, 3-recuperación académica, 4-estadísticas laborales de las supuestas ayudas a esas mujeres víctimas de maltratos.
Me gustaría saber cuál es la estadísticas de éxitos de condenas para todos esos funcionarios, políticos, diputados, senadores, empresarios, religiosos, peloteros, gente con dinero que abusan y maltratan a sus parejas o a la mujer dominicana.————————————————————————
1-¿Cómo es la situación de la mujer en la República Dominicana?
2-¿Cómo resumirías la participación de las mujeres en la historia dominicana?
3-¿Cómo es la violencia contra la mujer en República Dominicana?
4-¿Cuáles son los derechos de la mujer dominicana?
El actual concepto de feminismo no existía en la época en que se escribió la Biblia, pero eso no significa que la Biblia no tenga nada que decir sobre los temas básicos del feminismo. Incluso cuando parece que las Escrituras guardan silencio sobre algo que nos afecta hoy, existen principios eternos que tratan el tema de fondo.————————————————————————————————-
Para empezar, hay que definir el feminismo, ya que este término puede tener varios significados para diferentes personas. Básicamente, el feminismo es una filosofía que promueve la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, tanto en el ámbito social como en el político y económico, entre otros. Las primeras feministas lucharon por el sufragio femenino y lo consiguieron. Sin embargo, el feminismo de hoy en día va más allá de exigir la igualdad de trato entre hombres y mujeres. Las feministas modernas luchan por el derecho al aborto, y la desaparición de las diferencias de género. Las feministas más radicales tratan de derribar cualquier tipo de dominio masculino en la sociedad, se oponen a los roles bíblicos de los esposos y las esposas, y promueven el lesbianismo. Las feministas radicales rechazan la idea de que exista alguna diferencia entre hombres y mujeres, afirmando que cualquier diferencia que se perciba entre los sexos es únicamente un problema social.
El feminismo moderno no es más que una falsa solución al verdadero problema de la desigualdad de la mujer en una sociedad pecadora. El feminismo se atribuye el derecho de exigir respeto e igualdad en todos los aspectos de la vida. El feminismo se basa en la arrogancia, y es lo contrario del llamado al creyente nacido de nuevo de ser un siervo. Las feministas modernas y agresivas llaman a las mujeres a levantarse y rebelarse contra el orden que Dios le dio a la humanidad. Ese tipo de feminismo busca imponer valores humanos en oposición directa a la Palabra de Dios. Originalmente, el feminismo fue un movimiento positivo, enfocado en dar a las mujeres los derechos básicos que Dios quiere que todo ser humano tenga. Desgraciadamente, el feminismo ahora se enfoca en eliminar las distintas funciones del hombre y la mujer.
¿Entonces, cuál debe ser la opinión de los cristianos sobre el feminismo? Una mujer creyente que busque obedecer a Dios y andar en paz y gracia debe recordar que ella tiene el mismo acceso a todas las bendiciones espirituales en Cristo. “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28). Una mujer creyente no debe permitir que la usen como peón en el programa mundial del movimiento feminista. Un hombre creyente debe defender al núcleo de la familia como el modelo bíblico para la sociedad, promover los verdaderos valores cristianos, y (si está casado) honrar y apreciar a su esposa y asumir la responsabilidad de proteger y proveer a su familia. Tanto los hombres como las mujeres tienen el privilegio dado por Dios de cumplir el plan que Él ha establecido para nosotros. La rebeldía contra ese plan y la arrogancia que busca ponerse a sí mismo por encima de la Palabra de Dios trae graves consecuencias. Podemos ver esas consecuencias en las relaciones destruidas entre esposos y esposas, la destrucción de la familia y la falta de respeto por la vida humana.
Muchas mujeres hoy en día han creído la mentira de que el feminismo les dará poder y libertad. Sin embargo, apoyar el aborto, renunciar a los roles dados por Dios, y trabajar para disolver la unidad familiar no traerá ni poder ni libertad. La protección de los inocentes, la obediencia a la Palabra de Dios y el fortalecimiento de la familia son mucho más poderosos y liberadores. “Y andaré en libertad”, dice el salmista, “porque busqué tus mandamientos” (Salmo 119:45).
Siempre ha existido la desigualdad en el mundo. Es triste pero cierto que los obstáculos artificiales siempre han dividido a la humanidad (barreras que no tienen ningún fundamento en la Palabra de Dios). Es el pecado en el corazón lo que causa la desigualdad, el pecado hace que algunos hombres traten a las mujeres como objetos o de forma humillante. Y es el pecado el responsable de buscar salidas falsas para combatir estas desigualdades. La única manera de combatir la discriminación y la desigualdad es la obediencia a Dios. Si los hombres y las mujeres se someten con humildad a la Palabra de Dios, entonces dejarán de pelearse, los géneros se complementarán y la armonía que Dios ordenó florecerá.
Las mujeres son cuerpo: reflexiones feministas Luisa POSADA KUBISSA Universidad Complutense de Madrid lposada@filos.ucm.es Recibido: Mayo 2015 Aceptado: Junio 2015
RESUMEN
Este artículo se asoma a la concepción del cuerpo y, en particular, de cómo ha sido asociado a lo
femenino. A partir de una revisión de las tesis sobre el cuerpo como construcción, en el sentido
de Foucault, Bourdieu o Butler, se remite al trabajo actual de la antropóloga española Mari Luz
Esteban. Se propone, desde ahí, reivindicar el cuerpo femenino, no como esencia ni como puro
constructo, sino como práctica que permite pensar desde un lugar fuera de los lazos
mercantilistas y de dominación. Palabras clave: Cuerpo, constructivismo, sexualización, itinerarios corporales
Women are body: feminist reflections ABSTRACT This paper deals with the conception of the body paying particular attention to how it has been associated with the feminine. Starting from a revision of theories on the body as a social construction, as argued by Foucault, Bourdieu or Butler, the text highlights the current work of Spanish anthropologist Mari Luz Esteban. Having her work as a starting point, our proposal is to vindicate the female body, neither as essence nor as pure construction, but as a practice that allows us to think of it excluded from “commercial circulation” or domination ties.
Key words: Body, constructivism, sexualization, corporal itineraries
- EL “CUERPO” DEL CUERPO “Las mujeres son cuerpos, y lo son más que el hombre, incitado al éxito
social, a la sublimación” (Cixous, 1995: 58). Como ya lo analizara Simone de Beauvoir en El segundo sexo, la tradición de pensamiento ha vinculado a la mujer a la inmanencia, a la naturaleza, a la reproducción, a la carencia de transcendencia; es decir, al cuerpo (Beauvoir, 1995: 58).Y el cuerpo, como lugar de la identidad femenina, ha venido a Las mujeres son cuerpo: reflexiones feministas - Luisa POSADA KUBISSA
- Universidad Complutense de Madrid
- lposada@filos.ucm.es
- Recibido: Mayo 2015
- Aceptado: Junio 2015
- RESUMEN
- Este artículo se asoma a la concepción del cuerpo y, en particular, de cómo ha sido asociado a lo
- femenino. A partir de una revisión de las tesis sobre el cuerpo como construcción, en el sentido
- de Foucault, Bourdieu o Butler, se remite al trabajo actual de la antropóloga española Mari Luz
- Esteban. Se propone, desde ahí, reivindicar el cuerpo femenino, no como esencia ni como puro
- constructo, sino como práctica que permite pensar desde un lugar fuera de los lazos————
- mercantilistas y de dominación.———————————————————————–
- Palabras clave: Cuerpo, constructivismo, sexualización, itinerarios corporales———————-
- Women are body: feminist reflections—————————————————————-
- ABSTRACT———————————————————————————————
- This paper deals with the conception of the body paying particular attention to how it has been
- associated with the feminine. Starting from a revision of theories on the body as a social——–
- construction, as argued by Foucault, Bourdieu or Butler, the text highlights the current work of
- Spanish anthropologist Mari Luz Esteban. Having her work as a starting point, our proposal is
- to vindicate the female body, neither as essence nor as pure construction, but as a practice that
- allows us to think of it excluded from “commercial circulation” or domination ties.—————
- Key words: Body, constructivism, sexualization, corporal itineraries———————————
- EL “CUERPO” DEL CUERPO—————————————————————————-
“Las mujeres son cuerpos, y lo son más que el hombre, incitado al éxito—————————
social, a la sublimación” (Cixous, 1995: 58).———————————————————-
Como ya lo analizara Simone de Beauvoir en El segundo sexo, la tradición de pensamiento ha vinculado a la mujer a la inmanencia, a la naturaleza, a la reproducción, a la carencia de transcendencia; es decir, al cuerpo (Beauvoir, 1995: 58).Y el cuerpo, como lugar de la identidad femenina, ha venido a por la escritura que le sirve de salida del discurso de la razón masculina dominante, del - discurso falogocéntrico (Cixous, 1995). Para el pensamiento feminista, desde esta
- posición, el cuerpo es importante, porque es el punto de intersección entre lo físico, lo
- simbólico y lo material (Reverter, 2001).
- Este punto de intersección que es el cuerpo por supuesto lo es en tanto que
- producto de relaciones y discursos de poder:
- “El cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo
- desarticula y lo recompone. Una
anatomía política´, que es igualmente una
mecánica del poder´ está naciendo; define cómo se puede hacer presa - en el cuerpo de los demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se
- desea, sino para que operen como quiere, con las técnicas, según la
- rapidez y la eficacia que se determina. La disciplina fabrica así cuerpos
- sometidos y ejercitados, cuerpos ‘dóciles’ “ (Foucault, 1986: 141).
- Pero, la percepción del cuerpo varía en razón de la posición social de dominado o
- dominante desde la que se aprehende, sobre todo si tenemos en cuenta que
- “La imagen social de su cuerpo, con la que cada agente tiene que contar,
- sin duda desde muy temprano, se obtiene por tanto mediante la aplicación
- de una taxonomía social, cuyo principio coincide con el de los cuerpos a
- los que se aplica. Así pues, la mirada no es un mero poder universal y
- abstracto de objetivación, como pretende Sartre; es un poder simbólico
- cuya eficacia depende de la posición relativa del que percibe y del que es
- percibido o del grado en que los esquemas de percepción y de apreciación
- practicados son conocidos y reconocidos por aquel al que se aplican”
- (Bourdieu, 2000: 85).
- Los conceptos de campo y habitus de Bourdieu permiten atraer estos dos modos
- de existencia de lo social: el campo como lo social hecho cosa (lo objetivo) y el habitus
- como lo social inscripto en el cuerpo (lo subjetivo). Las prácticas sociales que ejecutan
- los agentes se revelan a partir de la relación dialéctica que e existe entre ambos (Barrera
- Sánchez, 2011: 127).
- Para examinar la dinámica social es necesario advertir el campo como el lugar en
- el cual se juegan las posiciones relativas que ocupan los distintos grupos o clases y las
- relaciones que entre los mismos se establecen y, al mismo tiempo, comprender las
- formas de conformación de la subjetividad, es decir, la constitución del habitus. Una
- primera aproximación a este concepto nos permite definirlo como un conjunto de
- disposiciones duraderas que determinan nuestra forma de actuar, sentir o pensar.
- El sujeto vive así su cuerpo, socialmente destinado, como proyecto propio y no
- como resultado de la lógica social. En sus conclusiones al análisis del dispositivo de
- sexualidad, Foucault afirma que “hay que decir que existe una sexualidad burguesa,
- que existen sexualidades de clase”; y abunda en cómo “en el curso en el curso del siglo XIX hubo,
- Luisa Posada Kubissa Las mujeres son cuerpo: reflexiones feministas
- 112 Investigaciones Feministas
- 2015, Vol. 6 108-121
- pues, una generalización del dispositivo de sexualidad a partir de un foco hegemónico”
- (Foucault, 1978: 136). Hablará poco después del cuerpo de las mujeres, al referirse a
- que
- “(…) en el proceso de histerización de la mujer, el “sexo” fue definido de
- tres maneras: como lo que es común al hombre y la mujer; o como lo que
- pertenece por excelencia al hombre y falta por lo tanto a la mujer; pero
- también como lo que constituye por sí solo el cuerpo de la mujer,
- orientándolo por entero a las funciones de reproducción y perturbándolo
- sin cesar en virtud de esas mismas funciones” (Foucault, 1978: 162). Así, el cuerpo femenino va indisociablemente unido, al menos en una de sus
- definiciones, a la histerización. Y la histerización representa precisamente lo irracional,
- el pulso ciego, lo que no puede adecuarse a razón, porque es “relativo al útero”2
- . De
- modo que las “funciones de la reproducción” orientan y perturban a la vez el cuerpo de
- la mujer, de tal manera que en ese proceso de histerización ella viene a religarse a su
- propia finitud corporal en tanto útero reproductor.
- Pero en esa misma operación de adscribir lo femenino al cuerpo, se da lo que
- podemos denominar la “nostalgia” de lo femenino. Porque de ese lado – y, por lo
- mismo, del lado del cuerpo- se asignan el cuidado, la interdependencia y los lazos
- comunitarios, que vienen a ser objeto de revalorización. Y si las mujeres han sido
- asimiladas a lo natural, a la tierra, a la inmanencia, a la corporalidad, se defiende ahora,
- desde el propio pensamiento feminista, poner todo eso en positivo en lugar de
- despreciarlo. De modo que la reclamación de la subjetividad femenina pasaría por la
- reclamación de la incardinación corporal; y el cuerpo se erige en lugar clave para la
- resignificación del sujeto feminista:
- “La perspectiva que sugiero es que el punto de partida para las
- redefiniciones feministas de la subjetividad femenina es una nueva forma
- de materialismo, que pone el énfasis en lo incardinado y, por tanto, en la
- estructura sexualmente diferenciada del sujeto que habla. La variable de la
- sexualidad tiene una alta prioridad en el materialismo corporal por el que
- se aboga. En la teoría feminista una habla como una mujer, aunque el
- sujeto
mujer´
(…) no es una esencia definida de una vez por todas, sino que es más bien el lugar de un conjunto de experiencia múltiple, compleja y potencialmente contradictoria.
Hablar como si´ hace referencia a la- `política de la localización´ de Adrienne Rich, es decir, a la incardinación
- como posicionalidad” (Braidotti, 1994: 199). Luisa Posada Kubissa Las mujeres son cuerpo: reflexiones feministas
- Investigaciones Feministas 113
- 2015, Vol. 6 108-121
- Pero, volvamos a las preguntas anteriores: ¿qué se está revalorizando al
- revalorizar el cuerpo como lugar de la subjetividad femenina? O, en otras palabras, ¿no
- se está proponiendo aquí una nueva realidad prediscursiva y, por lo mismo,
- esencializadora como portadora de la auténtica identidad femenina? En efecto, esta
- reflexión de Braidotti difícilmente puede casar con una posición constructivista que
- mantiene que
- “el
cuerpo´ es en sí una construcción, como lo son los múltiples
cuerpos´ - que conforman el campo de los sujetos con género. No puede afirmarse
- que los cuerpos posean una existencia significable antes de la marca de su
- género; entonces, ¿en qué medida comienza a exisitir el cuerpo en y
- mediante la (s) marca(s) del género? ¿Cómo reformular el cuerpo sin
- verlo como un medio o instrumento pasivo que espera la capacidad
- vivificadora de una voluntad rotundamente inmaterial?” (Butler, 2007: 58)
- Desde luego, parece que a simple vista una posición como ésta, que entiende el
- cuerpo como construcción radical, no tendría por qué estar reñida con una
- reivindicación del cuerpo, aun construido, como lugar de la subjetividad femenina.
- Pero la propia Butler deja clara la imposibilidad de tal combinación: carece de sentido
- hablar de una subjetividad dada y, mucho más, buscarle un lugar determinado y, en
- este caso, materialmente determinado previo a la acción:
- “El argumento fundacionalista de la política de la identidad tiende a dar
- por sentado que una identidad primero debe ocupar su lugar para que se
- definan intereses políticos, y a continuación se inicie la acción política. Mi
- razonamiento es que no es preciso que exista un
agente detrás de la acción´, sino que el
agente´ se construye de manera variable en la acción - y a través de ella” (Butler, 2007: 278)
- Estas posiciones de Butler han tenido un gran eco en el panorama del
- pensamiento feminista y también del feminismo en general. Sin embargo, es paradójico
- constatar que tal eco no obsta para que, también en el panorama actual, se vaya a la vez
- de la mano de la reivindicación del cuerpo. Curiosamente asistimos a un momento
- teórico donde ambos extremos se aceptan por igual, sin que se repare en la
- incompatibilidad profunda entre los mismos. Porque si excluimos todo topos
- identitario, dejará de tener sentido la apelación a la corporalidad femenina para su
- revaluación en positivo: nada habrá semejante a la privacidad, el cuidado, la
- inmanencia y otras características propias de ese cuerpo femenino que constituyan un
- lugar pre-discursivo en el que asentar identidad ni subjetividad algunas.—————
- fuente de la informacion google academico
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